Please feel free to read and cite any published document: Silvia Mariela Méndez Prado, smendez@espol.edu.ec ESPOL Polytechnic University, Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, Faculty of Social Sciences and Humanities, Campus Gustavo Galindo Km 30.5 Vía Perimetral, P.O. Box 09-01-5863, Guayaquil, Ecuador.

lunes, 4 de marzo de 2024

El auge de las monedas electrónicas en la nueva era tecnológica

Concertar estrategias económicas de la mano con la digitalización es imprescindible, pues cada vez es mayor la cantidad de ciudadanos que poseen acceso a dispositivos y servicios móviles avanzados (SMA) -16,70 millones (92,3% ecuatorianos) de conexiones móviles a inicios del 2023 (Datareportal, 2023) y un 75,61% de parroquias rurales con SMA según Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (MINTEL, 2023)-. Con estas altas cifras de conexión múltiples entidades aprovechan el entorno digital para ofertar sus bienes y servicios; así con un amplio abanico de alternativas propuestas en el marco de reactivación económica digital, es importante definir con claridad la marcada distinción entre las monedas sociales y complementarias (MSyC), la banca móvil (BM) y el dinero electrónico (E-Money). Conocidas estas diferencias, se pueda abordar el tema de Monedas Digitales de Bancos Centrales (MDBC) -públicos o estatales- y Monedas Estables Digitales Descentralizadas (MEDD) -privados-.

DOI: 10.13140/RG.2.2.24958.56647

Las Monedas Sociales y Complementarias (MSyC)

Las MSyC son monedas usadas paralelamente con la moneda oficial de cada país (en el caso de Ecuador, el dólar) que son incentivadas por el sentido de comunidad en pueblos y gerenciadas por sus miembros. Una de sus características más relevantes es la pérdida de valor de aquellas monedas conforme pasa el tiempo -oxidación monetaria- lo que dinamiza las economías actuales. 

Su acercamiento al ámbito tecnológico recae en que su uso se ha extendido tanto como para que se digitalicen agregándole el factor “e” de electrónico, así como el Jurupi (2020) y Muyu (2020), monedas virtuales ya no vigentes de Ecuador. A pesar de su aplicación en un portal digital, estas no figuraban más que una forma de apoyo y de aliviar la presión generada sobre la moneda local impuesta. 

La Banca Móvil (BM)

La Banca Móvil es una forma de acceso al banco de manera virtual, desmaterializada, desde el dispositivo telefónico o una computadora portátil; representa una solución dinámica para acortar distancia entre el cliente y las agencias bancarias, lo cual facilita sus transacciones y ayuda con ello a elevar los niveles de inclusión financiera. 

En conclusión, las BM’s son la desmaterialización de las agencias bancarias o sus equivalentes, promovidas por cada institución financiera para ampliar la cobertura y dinámica de transacción con sus clientes. 

El Dinero Electrónico (E-Money)

El E-Money es la forma más conocida de dinero oficial, pero en su versión desmaterializada cuyo agente emisor y compensador puede ser público o privado. El Banco Central del Ecuador (BCE) intentó establecer en el 2011, como ente regulador, el E-Money respaldado por el dólar estadounidense. 

Al ser un sistema público, las bondades remarcadas eran la autonomía del sistema (los usuarios no necesitan tener una cuenta bancaria para acceder) y su interoperabilidad (compatibilidad y flexibilidad que se da gracias a la colaboración de los bancos participantes). Este último principio permitía que el sistema posea comisiones significativamente menores en contraste con las que cada banco maneja cuando se quiere transferir a una entidad financiera distinta. Estas tarifas rodeaban entre los 0,05 ctvs a 0,25 ctvs dependiendo del monto y tipo de operación (BCE, 2014).

El E-Money público suponía la desmaterialización del dinero oficial circulante y tangible -dólar- por su visualización en un portal digital. La iniciativa fue implementada totalmente en 2015  y tuvo un fin repentino en 2019, esta propuesta llegó a tener gran repercusión debido a que: reducía los costos de emisión de papel moneda, el usuario solo necesitaba portar un dispositivo electrónico sin requerir Wi-Fi para su acceso al sistema, cualquier persona podía ser usuario del sistema, la apertura de cuenta era gratuita y su uso abarcaba tanto transacciones de dinero a personas naturales u otras entidades jurídicas, al igual que las más cotidianas como el pago de servicios básicos y el bus. 

A nivel mundial, alternativas centralizadas como el E-Money han ganado creciente interés y exploración por países de Asia, Europa y Latinoamérica. El caso de éxito de China con su E-Yuan (2019), ha previsto que los ciudadanos prefieran usarla como moneda oficial. Este enfoque también ha sido tomado en cuenta por países de Latinoamérica y el Caribe, siendo un caso vigente el Dólar de Arena (2020) de las Bahamas, mientras que países como Brasil y Uruguay se encuentran trabajando en el desarrollo e implementación de Monedas Digitales de Bancos Centrales (MDBC) (IMF, 2023) que han incentivado que demás países empiecen a desarrollar sus propias iniciativas.  

El E-Money tiene como principio un agente de compensación y control y autoridad oficial de emisión que puede ir desde lo más centralizado -público- a lo más liberal -privado-, donde son los bancos con sus plataformas, los que forman parte de la política monetaria de su comunidad. El E-Money privado no es una MSyC porque no existe una condición de comunidad regente ni la oxidación monetaria mencionada para dinamizar el consumo. 

Diferencias entre MSyC, BM e E-Money

Por ejemplo, las MSyC son un sistema autónomo de gestión monetaria en la comunidad, si es electrónico, es desmaterializado. Una MSyC electrónica es posible pero no es lo mismo que E-Money porque no corresponde a la moneda oficial en curso.

La Banca Móvil es solo un ambiente de acceso electrónico que usa la moneda oficial en curso para compensar los saldos de las transacciones realizadas. No se necesita que exista un E-Money oficial, ya que el banco lo ha desmaterializado por un tema de estrategia de distribución y acopio de la moneda oficial.

El E-Money per se, es la moneda oficial en curso que se decide desmaterializar por los beneficios que brinda, respecto a costos, cobertura y registro de transacciones. Existiendo E-Money (dinero oficial desmaterializado), la banca móvil podría usarlo como forma de pago y seguramente los miembros de la comunidad pueden usar su MSyC y su E-Money para los casos respectivos donde sean aceptados.

Las nuevas monedas digitales 

Han surgido monedas digitales descentralizadas que han ganado gran reconocimiento a nivel mundial tal como las criptomonedas y activos digitales a través de tecnologías Blockchain.  

El objetivo fundamental de todas estas soluciones innovadoras es ofrecer alternativas financieras alejadas del sistema tradicional monetario, que salvaguarden la integridad de los datos e información introducida por medio de procesos criptográficos y algoritmos. Al igual que el E-Money, se presentan en el entorno virtual, sin embargo, no son reguladas ni gestionadas por entes enlazados a los Estados como los Bancos Centrales.

Las tecnologías Blockchain se rigen por redes de nodos (computadores interconectados a la red) que forman una base de datos consolidada en donde reside el registro y seguimiento transaccional de los usuarios de este medio, sin la intervención de terceros, lo que le provee inmutabilidad y brinda seguridad a los activos financieros a través de códigos casi imposibles de falsificar. Kai Pfahler, presenta que de este concepto se desprenden seis categorías: 1) monedas estables ancladas (USDT, DAI), 2) monedas estables algorítmicas (Ampleforth, Terra), 3) activos volátiles descentralizados (Bitcoin, Ethereum), 4) activos tokenizados (bonos, bienes, bienes raíces), 5) MDBC, y 6) Otros activos Blockchain.  

A pesar de sus múltiples aplicaciones, algunas de estas categorías se enfrentan a riesgos que aún no las hace atractivas para ser promovidas por gobiernos. Al respecto; la categoría 1) depende de reservas monetarias de la moneda referencial externa a la que esté anclada, la 2) porta algoritmos que pueden ser desestabilizados por el volumen transaccional generado, la 3) se caracteriza por sus fluctuaciones del valor de la moneda lo que dificulta su uso en transacciones diarias y genera incertidumbre, y la opción 4) requiere una gestión contractual diligente que evite riesgos de fraude. 

Como posible solución surgen las Monedas Estables Digitales Descentralizadas (MEDD) que están respaldas por monedas fiduciarias tradicionales (estabilidad de su valor), y no son manejadas por ningún ente regulador. Dentro de este marco, Kai propone el uso de la MEDD Gaugecash (GAU), como una idea revolucionaria para los sistemas monetarios pues su valor es menos volátil, brinda soberanía monetaria, cuenta con su propia manera de generar liquidez y es de acceso global vía Internet. 

La potencial exploración y coexistencia de las MEDD con el E-Money podría generar efectos positivos en el entorno financiero actual, siempre y cuando se lo promueva enlazado a regulaciones que eviten la fuga de información y la manipulación de esta para fines individuales. 

Aunque a diferencia del E-Money el país oficialmente no ha adoptado el uso de todas estas alternativas mencionadas, alrededor del 46% de personas con cuentas bancarias hábiles en Latinoamérica, están interesadas en usarlas (Minsait Payments, 2022) y Ecuador ha sido considerado entre los 20 países con mayor disposición a adoptarlas (Chainanalysis, 2022), por lo que establece gran apoyo para una potencial exploración a futuro.  

Reincidencia del E-Money en Ecuador 

En 2023, la propuesta de Monedas Digitales de Bancos Centrales (MDBC) ha sido nuevamente tomada en cuenta al discutir sobre medios de reactivación de la economía ecuatoriana, pues la población cada vez tiene menos arraigado el uso de efectivo y está optando por manejar billeteras y medios de pago virtuales (PCMI, 2023). Estos últimos han sido respaldados por la ley de las Tecnologías Financieras (FINTECH), vigente desde el 2022, y es el marco habilitador para realizar transacciones de índole variada en medios virtuales.

Este tipo de pagos digitales pueden superar las barreras de inclusión financiera y abaratar los costos de las remesas enviadas por familias de bajo nivel económico. No obstante, también conlleva amenazas y riesgos latentes como falta de confianza por parte de expertos y ciudadanos no tan involucrados con la tecnología, al igual que requiere de políticas públicas respecto a la normativa y programas de educación financiera que promuevan el acceso equitativo a la tecnología y fortalezcan un marco regulatorio confiable (Jaramillo, 2023).

La digitalización es un recurso clave a implementar gracias al crecimiento significativo en la penetración de dispositivos y servicios móviles avanzados en la población. Por ello, existe diversidad de alternativas digitales propuestas en el marco de la reactivación económica, como la entrada en escena de las MEDD como soluciones emergentes para apuntalar la inclusión financiera en donde se concreten estrategias para involucrar a sectores rurales que suelen ser zonas relegadas en estos temas. 

El renacer del interés en el dinero electrónico en 2023, respaldado por la ley FINTECH y la preferencia creciente por medios de pago virtuales, sugiere una posible reincidencia del E-Money en Ecuador. Sin embargo, para lograr aquello es necesario que instituciones, tanto del ámbito público como privado, impulsen normativas congruentes y respaldadas por sistemas de seguridad que protejan la integridad de los datos y el dinero de sus usuarios. 

Del mismo modo, es imprescindible instruir en educación financiera a los ciudadanos quienes son la razón de ser de estas iniciativas y sus potenciales usuarios, para que sepan manejar estas plataformas de forma correcta y se den la oportunidad de explorar algo diferente al uso de efectivo. Solo así la economía de Ecuador gozará de dinamicidad, se reducirán los costos de emisión de papel moneda y grupos marginados de la bancarización tendrán vía directa a ésta. 

¿Nos mantendremos siguiendo las huellas del pasado o aprovecharemos todas las experiencias previas y nuevas herramientas para forjar un mejor camino hacia la prosperidad económica? Es momento de abrazar el cambio y construir un futuro digitalizado más prometedor para el Ecuador. 

Por: Silvia Mariela Méndez Prado*, Helen Angulo

*Profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de ESPOL

smendez@espol.edu.ec

Palabras clave:

ü  Estrategias digitales

ü  Reactivación económica

ü  E-Money

ü  MEDD

ü  MDBC

Highlights: 

1.     Concertar estrategias económicas de la mano con la digitalización es imprescindible pues cada vez es mayor la cantidad de ciudadanos que poseen acceso a dispositivos y servicios móviles avanzados.

2.     Las MSyC son monedas usadas paralelamente con la moneda oficial de cada país, incentivadas por el sentido de comunidad en pueblos.

3.     las BM’s son la desmaterialización de las agencias bancarias o sus equivalentes, promovidas por cada institución financiera para ampliar la cobertura y dinámica de transacción con sus clientes. 

4.     El E-Money es la desmaterialización del dinero, es decir, el reemplazo de la forma tangible del dinero por su visualización en un portal digital.

5.     La población cada vez tiene menos arraigado el uso de efectivo y está optando por manejar billeteras y medios de pago virtuales.

6.     Las billeteras y monedas electrónicas pueden superar las barreras de inclusión financiera y abaratar los costos de las remesas enviadas por familias de bajo nivel económico.

7.     Las tecnologías Blockchain son redes inmutables y brindan seguridad a los activos financieros a través de códigos casi imposibles de falsificar.

8.     Ecuador ha sido considerado entre los 20 países con mayor disposición a adoptar estas alternativas económicas, por lo que establece gran apoyo para una potencial exploración a futuro.  

9.     Impulsar normativas contundentes y respaldadas por sistemas de seguridad que protejan la integridad de los datos y el dinero de sus usuarios. 

10.  El renacer del interés en el dinero electrónico en 2023, respaldado por la ley FINTECH y la preferencia creciente por medios de pago virtuales, sugiere una posible reincidencia del E-Money en Ecuador.

 

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