Please feel free to read and cite any published document: Silvia Mariela Méndez Prado, smendez@espol.edu.ec ESPOL Polytechnic University, Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, Faculty of Social Sciences and Humanities, Campus Gustavo Galindo Km 30.5 Vía Perimetral, P.O. Box 09-01-5863, Guayaquil, Ecuador.

viernes, 29 de febrero de 2008

TELEFONÍA CELULAR: ¿DE CONCESIONES BIEN PERO Y DE PORTABILIDAD QUÉ?

Este artículo vuelve a indagar sobre el tema de la portabilidad del número celular, por el tiempo transcurrido las noticias de la administración pública se refieren a la negociación de renovación de contratos de operación con las empresas de telefonía dejando de lado la portabilidad, con sus reconocidos beneficios para los ciudadanos.
Estamos en periodo de renovación de contratos de concesión y es adecuada la intención de una mejor valoración de los esos derechos porque la realidad del servicio de telefonía celular ha cambiado sustancialmente en los últimos años.


De acuerdo a lo anunciado, en 1993 se pagaron $50 millones por un mercado potencial de 60.000 usuarios y siendo en la actualidad más de 9 millones los abonados según cifras de la Superintendencia de Telecomunicaciones, la cifra planteada por el gobierno de $700 millones refleja un valor coherente con un mercado que tiene aún mucho potencial de crecimiento.

Esta afirmación parte de una decisión previa de cobrar por las concesiones de telefonía celular, es decir la participación de los beneficios que un extenso mercado ofrece, recordando que el estado no tiene los recursos materiales para proveer un mejor servicio y decide que sean otros los que suplan esos requerimientos; de ello se desprende de que el control y regulación de las telecomunicaciones son actividades del sector estatal.

Solo para recordar, el estado ecuatoriano a través de la secretaria nacional de telecomunicaciones suscribió en 1996-1997 con CONECEL Y OTECEL contratos modificatorios para instalar, operar y mantener en condiciones optimas un sistema de telefonía móvil celular, ya suscrito desde 1993 con la Superintendencia de Telecomunicaciones.

Un tema poco analizado es si se debería cobrar por ellas ya que en países como Chile y Paraguay no se cobra por contratos de concesión, mercados con participación de mayor número de operadoras, para evitar: el encarecimiento de las tarifas del servicio y/o que hayan menos incentivos para la implementación de una mayor tecnología.

El principio de no cobro radica en que el beneficio se traduce directamente a los usuarios que al pagar una menor tarifa perciben esta retribución de manera atomizada y que en otras circunstancias ese valor lo recibiría el estado para financiar su presupuesto y redistribuirlo a través de actividades de inversión. El destino de estos recursos es material de análisis de otro artículo.

Tampoco se han planteado otras modalidades de pago al valor único de $ 700 millones que bastante reacción ha causado en las operadoras, que comparan solo la cifra en dólares y no el incremento en número de usuarios.

Valdría la pena analizar una modalidad de pago mixta; es decir, un pago significativo hoy y luego una participación porcentual de los resultados anuales, como en el caso colombiano, que permitiría, si los cálculos se realizan de manera adecuada, recaudar hasta una cifra mayor a la planteada denotando cierto nivel de flexibilidad con la inconformidad planteada por las operadoras.

Aprovechando la coyuntura en el tema de telecomunicaciones, se podría incluir en las negociaciones el análisis del tema de la portabilidad del numero (PN) que fue tratado en las columnas del diario el universo el 20 de julio del 2007.

“La portabilidad "facilitará la libre elección del usuario y la competencia de las operadoras. Si se presenta la regulación adecuada, la barrera de entrada más importante en este mercado, que es la inversión inicial, podría ser pagada por las multinacionales sin problemas, permitiendo nuevos competidores e impactando directamente en los precios.

Con la portabilidad del número (PN) se suprimiría el límite de introducción de nuevas operadoras, ya que serían los mismos números circulando entre compañías que se esfuerzan por atraer clientes con planes de consumo atractivos. En donde La Suptel tendría un mayor control y seguridad en el uso de comunicaciones, siendo necesaria su participación en el registro del “único” número que pasa entre operadoras de servicio”

Si se ha promocionado en nuestro país la inversión para ofrecer el servicio de vídeo llamadas como se lo hace en mercados mas desarrollados, el tema de la portabilidad hasta hoy relegado debe ser promovido por el estado para crear el entorno que precise su implementación y se procure con ello evitar las molestias que causan los cambios del número por el reemplazo de la operadora y hasta se logre portar el número de telefonía fija al celular como se lo viene realizando en otros países de Latinoamérica.

1 comentario:

mario ferreira dijo...

Olá mariella, gusté mucho de los articulos pero me gustaria ver la posibilidad de los teléfonos celulares haceren conexión con los fijos pues muchas veces se necesita. Congratulaciones.Mario