Please feel free to read and cite any published document: Silvia Mariela Méndez Prado, smendez@espol.edu.ec ESPOL Polytechnic University, Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, Faculty of Social Sciences and Humanities, Campus Gustavo Galindo Km 30.5 Vía Perimetral, P.O. Box 09-01-5863, Guayaquil, Ecuador.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Evaluacion universitaria: Disyuntiva entre la formacion de expertos o cientificos

Luego del curso sobre el enfoque de desarrollo universitario del CEDDET de España y de las calificaciones asignadas a las universidades en Ecuador. Este análisis refiere el resultados de esas evaluaciones y propone el cuestionamiento del rol de las universidades:  formación de expertos o científicos? o un mix de ellos...

Existe una critica constante de los graduados en la evaluación que se origina desde sus primeros meses de experiencia laboral: “la universidad no me enseñó nada” o la que muchos jefes le dicen a sus subordinados “lo que me enseñó la universidad no me sirvió: todo lo que sé, lo tuve que aprender desde cero y con mucho esfuerzo”


Que criterios tan acertados respecto a la aplicación de su bagaje de conocimientos y que equivocados respecto al empezar de cero y del enorme esfuerzo individual.

Lo cierto es que todos aquellos que encontraron grandes diferencias en sus primeros meses laborales deben comprender que recibieron una formación generalista como en muchas de las universidades en el país y que aquel aprendizaje desde “cero” tuvo la ayuda del desarrollo de capacidad analítica generada por intensas horas de estudio y el reconocimiento del origen de conceptos que permiten que cada individuo aporte en su puesto de trabajo con: la creación de una nueva forma de presentación de reportes, la aplicación de un programa mas rápido para la obtención de resultados o la simplificación de un proceso por la agilidad de pensamiento generado y la comprensión de la lógica en él inherente.

Ante ello es necesario hacer la exposición que las instituciones de formación educativa tienen dos grandes líneas del enfoque: la del “experto” y la del “científico”:

1. A nivel secundario: bachilleratos técnicos como bachilleres contadores vs. bachilleres para formación científica como físicos matemáticos.

2. A nivel universitario: el ingeniero comercial con aplicación administrativa vs. el economista con formación econométrica dispuesto a seguir sus estudios de postgrado.

3. A nivel de maestría: Las de aplicación como un master en mercados financieros vs. un master en finanzas general.

4. A nivel de doctorados: están los DBA y los PHd en administración.

Los ejemplos aunque algunos de ellos dispares, muestran la diferencia entre la línea de formación científica -hacia la investigación y creación de nuevo conocimiento- comparados con la de expertos hacia la aplicación de un proceso que permita mejorar los resultados en una organización.

En búsqueda de ese “producto hecho a la medida” es que muchas instituciones financieras crean sus escuelas temporales para el entrenamiento de personal, potenciando las habilidades profesionales en las áreas requeridas dentro de su organización.

Esta explicación se vuelve necesaria ante las diversas criticas que se han generado sobre la evaluación de las IES (Instituciones de Educación Superior), opiniones vertidas en los medios argumentan que el enfoque gubernamental es crear solo investigadores y contrario a ese esquema defienden la postura que la universidad debe enfocarse a la generación de “expertos” y que la medición del éxito de las universidades se debe basar en el nivel de ubicación de sus graduados.

Lo que además supone una complejidad en la parametrizacion de la evaluación pues la selección de personal no se realiza por el titulo que recibe de la IES, sino por el análisis conjunto del perfil del aplicante. Cómo evaluar el grado de incidencia del último titulo para alguien que posee más de dos o en un entorno donde solo se admiten profesionales del género masculino: Cómo evaluar si los titulados aunque capaces, son del género opuesto. Hechos como estos muestran la complejidad de la evaluación y que al menos ese es un objetivo que se puede perseguir luego de que los temas básicos definidos en calidad de docencia y formación sean superados.

El estado ideal de desarrollo, es el equilibrio entre una universidad comprometida en generar profesionales expertos para la aplicación y otro grupo con sus capacidades de investigación potencializadas que permitan crear nuevas formas de conocimiento. Los individuos eligen en función de su vocación, realidad económica y social y sus prioridades personales.

La evaluación de desempeño de las IES aplicado por el CONEA es un primer paso para conocer las condiciones de la educación universitaria en Ecuador, como primera versión es perfectible en su parametrizacion pero no deja de ser una buena modelización de los estándares básicos que debe cumplir la educación de tercer nivel.

Un modelo es una simplificación de la realidad, con el cual se desea evaluar los resultados posibles de determinados eventos, en este caso los porcentajes aplicados muestran que la infraestructura es del 2,15%, en donde la planta docente lo que la diferencia de institutos o centros de formación complementario tiene una importancia del 41%. El parámetro de investigación de apenas el 15% es bastante modesto respecto a parámetros globales de un centro de formación universitaria y aquí no caben las percepciones de infravaloración que nos adjudicamos como países de “tercer mundo”.

El papel del Phd en una universidad es vital pues son profesionales en la frontera del conocimiento que cuentan con las herramientas para investigar y acceder a papeles de estudio de última generación que permite la actualización continua de las universidades. Lo que se lee en los libros de difusión masiva son generalmente teorías de lustros atrás y son estos estudiosos los que permiten mantenernos al día y darle un nivel de generación de conocimiento mínimo requerido en el concepto de universidad global.

La asimilación de este tipo de conceptos sobre Investigación y desarrollo en una sociedad donde sus IES no tienen inclinación hacia la investigación, expone a la reacción ante estas recomendaciones, pues el mercado laboral y las empresas estimulan la incorporación de expertos y nuestra sociedad aun se encuentra en incipiente inicio del respeto a la propiedad intelectual y en la creación de nuevas tecnologías.

Las críticas generadas en la lectura de resultados de la evaluación recuerdan el día de entrega de notas de final de año en que muchos afectados por el resultado critican el sistema y otros ensalzados difunden su calificación.

Una pregunta simple para el lector seria: Que hubiera pasado si el resultado arrojaba que todas las 71 universidades eran calificadas E? El sistema de evaluación seria malo? y si todas hubieran sido catalogadas A? el sistema seguiría siendo malo?. La evaluación es valida como un llamado de atención, ante el hecho cierto de que percepción es realidad, si procuramos ahondar en el “inconsciente colectivo”, en la actualidad, se reconoce que para estudiar la universidad se necesita dinero, que los títulos son factibles de obtener y que la obtención de ellos no garantiza en la actualidad la obtención de empleo. Y eso es lo que realmente debe preocupar, existe un problema latente a ser resuelto y un buen paso es evaluar lo que esta pasando con los centros universitarios del país.

En la actualidad la búsqueda de una asistente administrativa tiene aplicaciones numerosas de perfiles sobre calificados, agravados por el aumento del desempleo. Existe una inclinación a estudiar carreras administrativas por la rápida colocación dejando vacíos puntuales de generación de Ingenieros civiles, mecánicos, minas, petróleos, hidráulicos y demás carreras técnicas para lo cual no hay suficiente demanda de formación y que el país requiere en el enfoque de proyectos petroleros, hidroeléctricos y de construcción que se vienen generando en los últimos años.

Conviene contar también con estadísticas de carreras y profesionales graduados para que los individuos puedan conocer brechas de formación en la que sin duda puedan generarse oportunidades de empleo. La formación universitaria tiene como objetivo además especializar a profesionales en áreas requeridas del mercado para la aplicación o investigación.

De acuerdo al informe de “Evaluación global de las universidades y Escuelas politécnicas del Ecuador” El país cuenta con 71 universidades hábiles y 145 extensiones universitarias, lo que en suma representan 216 instituciones abiertas, una sobreoferta sin duda para la densidad territorial existente y una participación del 20% de instituciones publicas lo que refleja que el espacio es dominado por instituciones privadas y en menor proporción las cofinanciadas.

Desde la creación de la primera universidad en 1826 hasta hoy se registran 76 universidades - 71 de ellas activas- 32 de ellas creadas hasta el año 1994 y 44 IES nuevas desde 1995 hasta el 2007. Lo que evidencia la creación de 1 universidad cada 2 años en la primera etapa y de alrededor de 4 universidades por año en la segunda. El boom de creación de universidades se da en esa fecha de corte en las que solo 8 de ellas son públicas.

Según informe del CONEA, En un radio inferior a 100 kms (Bolívar, Cotopaxi, Chimborazo y Riobamba) se presentan 7 universidades y 25 extensiones universitarias que suman 32 instituciones para una población pequeña de atención formativa. Ver tabla 1

36/44 ultimas creaciones de universidades se concentran en Pichincha, Guayas, Azuay, Manabí y Tungurahua, las demás corresponden a la incorporación de al menos una universidad en provincias en que antes no existían.

Es necesario conocer la densidad poblacional por tipo de universidades para comprobar si realmente las universidades privadas cubren un espacio que las universidades publicas no lo hacen o si existe un desplazamiento por búsqueda de calidad y/o condiciones de inscripción diferentes.

Lo cierto es que de acuerdo a grafico precedente las universidades privadas solo cuentan con 11/39 universidades con calificaciones superiores a D y solo una de ellas se considera tipo A: la Universidad San Francisco de Quito.

Al respecto Eugenio Lloret explica “La universidad “moderna” no sustituyó a la universidad “tradicional”; la universidad de “excelencia” coexiste con la universidad de incipiente desarrollo y calidad académica. Por otra parte, frente a la universidad elitista que se multiplicó en el Ecuador está la universidad pública y su explosivo crecimiento bajo el gobierno de una abultada burocracia administrativa”.

Se muestra que la “aplicación de libre mercado “sin parámetros mínimos de calidad” para el desarrollo de instituciones educativas en el caso estudiado no ha generado los resultados esperados.

Las estadísticas según TOP 200 en Latinoamérica (webometrics, 2009) corroboran que la primera Universidad ecuatoriana en la calificación realizada por CONEA ocupa el puesto 62 y que la segunda y tercera en este ranking se ubican en el puesto 129 y 130.

Es un llamado de atención para la administración estatal que 13/26 universidades publicas se encuentren clasificadas entre C y E lo que exige una evaluación real de la calidad del gasto que se asigna o la necesidad de fortalecer las universidades ya creadas.

El modelo perfectible totalmente en su forma es un buen aporte para la profundización del análisis de la estructura del sistema educativo universitario.

En la aplicación del modelo, Las universidades creadas desde 1995 han sido las que peores calificaciones han recibido. Conviene analizar si estas instituciones desde su creación contaron con esas diferencias que hoy las marcan en la cual las autoridades supervisoras tienen su grado de responsabilidad, lo que son hoy estas entidades son lo que se permitió en su momento de creación y es comprensible la preocupación de sus directivos que no se puede determinar su separación de manera breve.

El informe muestra que los espacios que antes eran ocupados por los institutos tecnológicos para la formación de técnicos en áreas respectivas han sido desplazados por la transformación de varios de ellos a universidades sin cumplir los estándares de transformación, en la que por demandas del mercado se han volcado a carreras universitarias con títulos de ingenierías con formación poco robusta generando sobre oferta de titulados universitarios y menos técnicos que los Institutos generaban para demandas puntuales de trabajo, causando una distorsión.

Por ello en la actualidad para encontrar un trabajo en áreas administrativas en algunas multinacionales solicitan tener una maestría en el extranjero y el dominio de ingles para poder filtrar lo que en demasía el mercado oferta.

Universidades reconocidas a nivel internacional ofertan carreras de arte, pensamiento filosófico y otras como se listan en la tabla 2 bajo infraestructura y ambientes de alto nivel, aun en Ecuador no se desarrollan carreras no tradicionales en Universidades por ello la importancia de la creación de Institutos.

Luego de realizar la calificación de las IES , el informe del CONEA propone:

1. Depuración de universidades, el tratamiento de las 26 universidades con calificación E
2. Supresión gradual de extensiones universitarias, por la sobreoferta de 145 extensiones universitarias que no cumplen según la evaluación los parámetros de docencia e infraestructura y que en demasía causan distorsiones en la formación.
3. Regulación de la oferta académica, control sobre el otorgamiento de títulos en combo, carreras Express o el otorgamiento de niveles de ingeniería con grandes debilidades formativas
4. Fortalecimiento del sistema de postgrado, basado en el análisis independiente a: Flacso, Instituto de Altos Estudios Nacionales y Universidad Andina Simon Bolívar como Universidades de postgrado.

La depuración de universidades propuesta en el informe del CONEA, en consecuencia con la falta de la administración publica al aprobarlas, podría proponer que las 26 universidades catalogadas E se les adjudique un cambio de denominación o se las comprometa a un periodo de transformación minima en un plazo de 2 años con estricto seguimiento del pensum académico y de las reformas estructurales que se desarrollan, a manera de acompañamiento como también se lo realizara a la Escuela Politécnica Estatal de Carchi, de financiamiento público.

El estudio propone políticas de largo plazo como:
1. Armonización de conceptos y practicas en la educación superior
2. Recuperación de la memoria y entidad histórica universitaria
3. Ampliación de la democracia universitaria
4. Desarrollo de un sistema integral de carrera del docente e investigador
5. Garantía de igualdad de oportunidades
6. Promoción de la investigación científica y aseguramiento de su pertenencia social

Hasta aquí el informe tiene características relevantes a discutir, en un último apartado propone políticas de largo plazo sobre el manejo de la educación superior que genera material de discusión para futuros artículos. Queda para el análisis del lector sobre lo procedente o no del establecer una “garantía de igualdad de oportunidades”, donde no es el IES sino el núcleo familiar y características de la sociedad que lo delimitan, entre otras cosas.

Los resultados de este estudio sirven como: llamado de atención a sus administradores, para información de la ciudadanía sobre las instituciones que disponibles para educarse y en el caso de las públicas para la evaluación de la asignación eficiente de recursos del presupuesto general del estado.

Con este estudio se sentará un precedente, para que la creación futuras IES en Ecuador siga estándares globales de calidad. El compromiso de formación de alto nivel debe ser asimilado por todos porque una universidad es: aquí, en Alaska, Alemania o el Caribe.










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