Please feel free to read and cite any published document: Silvia Mariela Méndez Prado, smendez@espol.edu.ec ESPOL Polytechnic University, Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, Faculty of Social Sciences and Humanities, Campus Gustavo Galindo Km 30.5 Vía Perimetral, P.O. Box 09-01-5863, Guayaquil, Ecuador.

sábado, 9 de julio de 2011

Mayor inclusión financiera: El Dinero Virtual.

Luego de los CNB, se explora en este documento la propuesta del dinero electrónico a través de celulares como un mecanismo efectivo y económico de bancarización. Se explica la diferencia entre banca móvil y dinero móvil y otras reflexiones pertinentes a este nuevo modelo de inclusion financiera.
Publicado por Revista Gestión, Octubre 2011: Ver Artículo

En los últimos años en Ecuador se han desarrollado desde el sector privado varios esfuerzos por introducir nuevos mecanismos para ampliar los niveles de cobertura de servicios financieros y desde la política pública se ha mantenido el discurso sobre la necesidad de que se incrementen los niveles de bancarización, que promuevan la inclusión financiera en sectores rurales con menor acceso a este tipo de servicios.

Así, desde el 2008 el Banco de Guayaquil introdujo con éxito el mecanismo de Corresponsales no Bancarios CNB, difundido a nivel local como “Banco del Barrio”, con el cual logró un crecimiento exponencial en sus niveles de cobertura geográfica como lo demuestra información pública sobre su desempeño. Sin embargo, el CNB es solo una fase en la “escala de evolución” de los mecanismos de atención que reducen costos administrativos para las Instituciones Financieras IFI. La forma original de las Agencias Bancarias AB migró hacia los Cajeros Automáticos ATM, luego a CNB con miras a la implementación de Banca Móvil BM pero que a esa fecha no era posible su total implementación, por los niveles de cobertura celular deficitarios en el país y por la relativa resistencia del público a usar esta herramienta de manera abierta.


Transcurridos 3 años desde la implementación de CNBs, la incorporación de un sistema más económico y con mayor nivel de cobertura geográfica como la banca móvil, muestra un gran potencial de desarrollo dentro de un contexto con las siguientes características: Según SENATEL la cobertura de telefonía móvil es del 108%; en medios públicos se refiere que existen 17 puntos de atención bancaria por cada 50 mil habitantes, concentradas principalmente en las provincias de Pichincha y Guayas; el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INEC, a junio de 2010 refiere que el 33% de la población es pobre y que en el área rural alcanza el 52.8%, del que a su vez se sabe que sus transacciones se realizan básicamente en efectivo; también, las remesas internacionales alcanzan los USD 2,68 billones promedio entre 2007 y 2010 según el BCE.

Con esas cifras, sumadas a la realidad de una economía dolarizada – adopción de una moneda extranjera con nula flexibilidad para emisión monetaria- el Estado Ecuatoriano promovió algo más ambicioso que la BM: un Sistema de Pagos Móviles SPM regulado desde el 27 de enero de 2011 sg. Reg. Oficial N° 372 donde se define al dinero electrónico como “bien público” y en la que se lista entre sus participantes al BCE como administrador del sistema de compensación del circulante así como los servicios autorizados a ofrecer bajo esta modalidad.

Con esta iniciativa, el Ecuador se convirtió en el primer país de Latinoamérica en regular el SPM y el primero en el mundo en que su propuesta de administración podría ejecutarse como agente público, administrado desde el BCE, lo cual rompe mercado al sector privado que tradicionalmente lo ha venido ofreciendo a nivel internacional como un servicio para sus clientes con el afán de ampliar los niveles de fidelización y consecuentemente generando microsistemas monetarios privados-una “moneda” aceptada en su red-.

Adicional a una cobertura más amplia, el sistema liderado por el BCE procura ofrecer este servicio transaccional a un precio reducido que cubra básicamente los costos de operación del sistema público abierto pero que a la vez ofrezca incentivos a todos los miembros del sistema como son las operadoras móviles, los administradores de red y los centros de transacción.

Por ello, en este punto se vuelve imprescindible precisar la diferencia entre BM y SPM: La BM es la desmaterialización de la Agencia Bancaria -o su equivalente en la evolución- y el SPM es la desmaterialización del dinero.EL SPM es mucho más completo que la BM. En el sistema de banca móvil tradicional el teléfono celular representa para el usuario un punto de acceso al banco para realizar una transferencia o pago de servicios como se lo podría hacer a través de un CNB, ATM o AB. En el SPM, se usa el celular como punto de acceso a la billetera móvil, que fluye a través de la red de una compañía de telecomunicaciones que a su vez interconecta operaciones con el sistema. El sistema interactúa con todos los celulares y con todas las IFIs, es más, para acceder a él no se requiere ser cliente de IFI alguna, pero sí tener un celular.

El SPM por ser el sistema de compensación administrado por el BCE se plantea ser incluyente con todas las entidades financieras del país; es decir, no solo dentro de su banco o entre bancos; sino, con otras entidades financieras como las Cooperativas de Ahorro y Crédito COACs, que en el sistema financiero incluyen 29 bancos y, por lo pronto, 116 COACs.

Todo lo señalado como ventaja para el usuario en el uso de una red transaccional promovida por el Estado a bajo costo y con transaccionalidad interinstitucional irrestricta, puede generar niveles de resistencia en ciertas IFIs del sector privado que quieran promoverlo como su negocio, porque merma la capacidad de captación de mayores clientes mediante el cobro de un servicio que bien pudo ser cobrado, como se lo ha desarrollado ampliamente a nivel internacional.

Pero lo cierto es que en un contexto con dolarización, moneda adoptada, y con una estructura del sistema financiero altamente concentrada en los 4 bancos más grandes del País, esta iniciativa proyecta social y económicamente mayores impactos positivos en su ejecución desde el BCE, porque fortalece la dolarización, aumenta la velocidad del dinero y disminuye el riesgo sistémico que podría desarrollarse bajo la administración de escasos agentes privados.

La hegemonía pública en su administración, asegura la interoperabilidad del sistema, por lo que el dinero puede ser aceptado ampliamente a nivel nacional a diferencia de los casos citados en la Money Mobile Summit de junio 2011 en Singapur donde los modelos privados, son aceptados parcialmente, intra grupo de clientes sin lograr la interoperabilidad deseada. Existen otras experiencias a nivel privado como Smart y G-Cash en Filipinas o M-Pesa en Africa.

El SPM y su alcance
Si Ecuador logra tener la primera plataforma pública de dinero móvil; el BCE, que por regulación fue designado como su administrador, estará encargado de almacenar y controlar los registros transaccionales, entre ellos el número de celular utilizado como usuario que activa el SPM.

El SPM funcionará en todo equipo celular, por lo que solo deberá marcar el número de celular de destino, el monto transferido con la clave personal, todo esto al más bajo costo posible.


Fuente: BCE

Cada usuario tiene un NIP (Número de Identificación Personal), toda transacción tiene un NAT (Número de Autorización de transacción) y se registra en el SPM de manera que cualquier robo seria evidenciado.

De lo declarado en los medios, el BCE ya tiene contratada la plataforma tecnológica desde febrero 2011 y existen pre-acuerdos con algunas operadoras de telefonía móvil, por lo que el lanzamiento del plan piloto de dinero móvil se extenderá por 7 meses y está programado su inicio para mediados de julio de 2011. Transcurrido este período el BCE espera hacer su lanzamiento a nivel nacional en el 2012.

Se espera que el SPM ofrezca la alternativa de pago con “la billetera virtual” para aquellos usuarios que no deseen convertir su dinero a efectivo, pudiendo adquirir bienes en los centros de transacción, también le permitirá conocer el saldo que dispone en su teléfono, enviar dinero, retirar dinero, comprar tiempo aire y pagar facturas de servicios básicos.

Según lo declarado por sus promotores: “Si le roban la billetera, pueden gastarse toda su plata, pero si le roban el celular, no pueden gastarse el dinero móvil si es que no saben su clave. Esta iniciativa aumentará la seguridad ciudadana”, siempre y cuando se desarrolle una mayor cultura de seguridad y control desde los usuarios.

Con el SPM, internamente difundido como dinero electrónico, se reducen las limitaciones que inclusive trataron de superar los Corresponsales no Bancarios especialmente en zonas rurales porque ya no tendrán que movilizarse hacia otro punto para realizar la transacción.

De esa forma, si el sistema se implementa con éxito y tiene la aceptación del público, el Estado se ahorrará el costo de importación y distribución de billetes desde EEUU hacia todos los puntos del país.

Más allá del principio de libre mercado que muchos quieran promover en detrimento de esta iniciativa, como usuario del sistema no deja de ser alentador que esta vez se haya procurado el uso de la capacidad instalada de los macrosistemas del BCE en beneficio del público en general, bajo las razones que argumentan: protección a la dolarización, aumento niveles de inclusión financiera, desconcentración de los niveles de riesgo sistémico, democratización del acceso a la tecnología, etc. "No podemos volver 100 años a la época de marcas de dinero", se han pronunciado los funcionarios del BCE.

Con ello, la comunidad nacional e internacional estará expectante del desarrollo de SPM y las acciones con las que respondan los agentes privados más grandes del mercado que generalmente han ofertado este servicio y en el que seguro promulgaran principios de libre mercado para su ejercicio. Pero independiente de los resultados, es sin duda un verdadero logro en términos propositivos, que un agente público tome la iniciativa y se involucre en un proyecto que ofrece un servicio abierto al público con el claro objetivo de aumentar los niveles de bancarización y por ende de inclusión financiera en nuestro País.

4 comentarios:

berni dijo...

Paso un dato interesante:
www.provinciamicroempresas.com

Anónimo dijo...

Muy interesante su artículo. Podría por favor citar más fuentes de las diferecias entre BM y SPM?
Saludos
Viviana Erazo Erazo
Quito.

Mariela Méndez Prado dijo...

Hola Viviana, espero que puedas leer este mensaje a tiempo, por favor escribeme a smendez@espol.edu.ec para precisar que fuentes requieres.

Jose dijo...

Hola, valga la oportunidad para preguntar: aparte de campañas informativas, ¿qué otro incentivo debería plantearse el gobierno para fomentar el uso del dinero electrónico?